sábado, 13 de junio de 2015

La tecnología de información es esencial para mejorar la productividad de las empresas ¿Y tú has roto el paradigma?

Abg. Lucia Quijada.
Maestrante en Ciencias Gerenciales Mención RRHH.


La innovación tecnológica aparece como una condición esencial para la expansión organizacional, de forma que el cambio tecnológico viene a ser el impulso que está detrás de un crecimiento sostenido.

Hoy en día a nivel mundial los sistemas de información son cada día más útiles para la toma de decisiones estratégicas.  Por lo que el  avance tecnológico en las organizaciones aún no ha sido digerido por algunos empleados, que prefieren seguir bajo la vieja escuela por temor a la tecnología y a los avances de esta, es lo que llamamos hoy en día la resistencia al cambio, que resulta ser de mayor impacto social que tecnológico, teniendo que ser combatidos los paradigmas de las personas que conforman la organización, puesto que esto conlleva un cambio en su rutina laboral. Difícilmente se pueden adelantar cambios en una organización o empresa si estos no están soportados por los valores, actitudes y conducta de su gente; por lo que resulta importante el compromiso a la hora de iniciarlos. Es decir en la medida en que el trabajador internaliza y se hace coparticipe de esos cambios se siente más protagonista de los procesos y no victima de ellos.

Por lo que, hace necesario, estudiar y analizar las reacciones y respuestas del personal involucradas en la adopción de una determinada tecnología de información. Planteando los aspectos tanto positivos como negativos de la implantación de tecnologías, no sólo desde el punto de vista del proceso sino también de las personas involucradas en el mismo, siendo la diferencia generacional, el punto clave para facilitar dicha adaptación, ahí es cuando entra en juego el Gerente del Talento Humano de cada organización, quien debe ser capaz de orientar e implementar capacitación al personal para que sea adoptada en forma oportuna por todos los miembros de la organización, logrando de esa manera alcanzar la ventaja competitiva que sus productos o procesos requiere, con la premisa: "No invertir en talento humano es asegurar un suicidio laboral", ya que todos poseemos talentos inimaginables,  muchos podemos detectarlos y aprovecharlos en su justo tiempo,  otros sólo necesitan un poco de apoyo o impulso, pues aprovechar al máximo las capacidades de las personas que habitan nuestro entorno laboral, es una premisa fundamental para un desarrollo más sostenible. El rol de un Gerente de Recursos Humanos es visualizar y estudiar las debilidades y fortalezas del capital humano a su cargo, para ello es necesario invertir en él y la educación es la principal herramienta. Las empresas deben tomar como una inversión y no como un gasto la capacitación, actualización y fortalecimiento de su talento humano, con ello se aumenta la producción y la competitividad en el mercado al cual pertenezcan. ¿Que obtienes con dicha inversión?  Personas más preparadas que aportarán un trabajo de calidad, con más capacidades para aportar al mundo y con ingresos económicos más altos que mejoran su calidad de vida y la de sus familias. El objetivo de este artículo es animar a todos los empleadores, por muy pequeños que sean, a que dediquen un par de horas para reflexionar y echar cuentas sobre cuanto invertirán en la capacitación de su talento humano y  dicha inversión sea sostenible en el futuro. La calidad es única. No hay buena o mala, sólo hay calidad o no la hay. Y punto. Debes ofrecer calidad para obtenerla en su misma o mayor proporción.

Para Mires (citado por Nieto, 1999), los paradigmas son: “Un estilo de ver, percibir, conocer y pensar que es producido predominantemente por las comunidades científicas que recoge creencias anidadas en el pensar colectivo que no es científico, que se traduce en palabras principalmente escritas, consagradas oficialmente por manuales y que se establece institucionalmente en organizaciones que se forman a su alrededor. Puede originariamente surgir de una ciencia muy especializada, pero tiene la particularidad de desbordar su origen, transmitiéndose a múltiples ciencias y disciplinas, donde actúa como modelo o principio rector que en un momento determinado deja de ser sólo científico y se transforma en cultural”. En la práctica, los paradigmas son los supuestos fundamentales que explican cómo funcionan los negocios dentro de una disciplina determinada. Establecen reglas de cómo se deben hacer las cosas, limitando a la gente a pensar en situaciones establecidas. Encasillan el pensamiento creativo e innovador de los empresarios y de los investigadores. Los limita a pensar en situaciones existentes, en lugar de cambiar radicalmente las establecidas. Además, bloquean la capacidad de observar el mundo como un todo y de buscar alternativas pensando de manera no convencional. Cuando la realidad no se adapta a las reglas mentales, se tiene un alto grado de dificultad para entenderla.

Tomando en consideración, lo señalado anteriormente, un cambio de paradigma comienza a gestarse cuando se acumulan un exceso de elementos que salen del marco ordinario y que el paradigma actual no puede explicar. Éste es cuestionado de manera continua y, bajo estas circunstancias, puede surgir una nueva y poderosa evidencia que explique las contradicciones aparentes introduciendo un nuevo principio... una nueva perspectiva... un nuevo paradigma.
Una de las dificultades de la introducción del cambio es que algunas personas se benefician mientras que otras sufren pérdidas, por lo que se resisten a él al verse afectadas de modos distintos. Estas personas que se resisten a los cambios suelen tener cierto desgaste emocional, producto de las tensiones, la inquietud y la ansiedad que afectan a la personalidad de un individuo durante un periodo de cambio. Los obstáculos para el cambio son factores ambientales que dificultan la aceptación y la aplicación al cambio. Esta actitud se denomina Resistencia al Cambio, caracterizado por el levantamiento de barreras por temor a lo desconocido, por desconfianza hacia los indicadores del cambio o por sentimientos de seguridad amenazada. En cierto sentido, esto es positivo.

El Enlace entre la Innovación y la Tecnología, hace referencia a la creación de nuevos productos o servicios, ideas, procesos, diseños y estrategias. Kuczmarsi (1997, p. 3) expresa que: Aunque no se puede tocar, oler, escuchar, ver o probar, la innovación se puede sentir, pensar y percibir. La innovación se puede describir mejor como una actitud que penetra y se propaga, lo cual, permite a las empresas ir más allá del presente y crear una visión del futuro.
La innovación es una clase más especializada de cambio. Es una nueva idea aplicada para generar o mejorar un producto, proceso o servicio. Así que las innovaciones implican el cambio, pero no todos los cambios necesariamente involucran nuevas ideas o llevan mejoras significativas. Por lo que, si se enlazan los términos innovación y tecnología, se da paso a la innovación tecnológica. Siendo ésta, el resultado de todo un proceso de planificación, organización, asignación de recursos, en definitiva es el resultado de la aplicación de conocimientos basados en la tecnología para lograr ventajas competitivas o una posición favorable dentro de los mercados. Este proceso, se desarrolla dentro de un marco de referencia de orden técnico que comúnmente se denomina como política tecnológica.

Las Tecnologías de Información son una Contribución a la Eficiencia, permiten la producción, tratamiento, comunicación y proceso de la información multimedia, puesto que las informaciones pueden ser tanto textos como imágenes, sonidos, entre otras (Bello, 2003). La tecnología de información es esencial para mejorar la productividad de las empresas, aunque su aplicación debe llevarse a cabo de forma inteligente.

Para que la implantación de una nueva tecnología produzca rentabilidad hay que cumplir varios requisitos: tener un conocimiento profundo de los procesos de la empresa, planificar detalladamente las necesidades de tecnología de la información e incorporar los sistemas tecnológicos paulatinamente, empezando por los más básicos.



Artículo de Opinión: (Octubre, 2014) Diario El Tiempo, "No invertir en talento humano es asegurar un suicidio laboral". Abg. Lucia Quijada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario